Bambú sería apto para láminas de construcción


A partir de la Guadua angustifolia Kunth, especie nativa de Colombia y considerada como uno de los mejores bambúes del mundo gracias a sus excelentes propiedades físico-mecánicas, sería posible crear elementos laminados para construcción.



Así lo estima el ingeniero civil Óscar Pabón, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien realizó un estudio para determinar qué tan resistentes son los elementos laminados y prensados hechos con esta especie natural, y su posible uso en la construcción.

El ingeniero explica que “el proyecto busca una nueva técnica de laminación para aprovechar el bambú, proceso que incluye la selección, el corte, el curado –conocido como vinagrado– y la preservación; estos dos últimos pasos no se hicieron en la investigación, ya que su fin es preservar las estructuras”.

Los ensayos mecánicos, para determinar qué tanto resisten las láminas, se hicieron según la normativa de maderas estructurales de los códigos ISO, ASTM y NTC, que dan los lineamientos en el mundo. La modelación numérica, que permitía saber la disposición de las láminas de bambú de forma más eficiente, se hizo con un programa de análisis llamado Hyplas.

Algunos de los resultados de la investigación muestran que el aprovechamiento se debe hacer en los tiempos de maduración oportunos para las especies, y los tramos más adecuados para laminar y prensar son la cepa y la basa, es decir desde donde la planta sale de la tierra hasta la mitad de altura.

El prensado con pegamento de acetato de polivinilo también es susceptible a cambios de humedad, por lo que los elementos deben permanecer en humedades inferiores al 18 %, aunque en condiciones normales no presenta delaminaciones, es decir desprendimientos.

La selección y el corte del bambú que se usaría en las pruebas se hizo con material de la finca “El Paraíso del Bambú y la Guadua”, ubicada en Montenegro (Quindío), que donó el material para la investigación. En la finca se hizo la selección visual de los bambúes, el corte y el trasporte a la zona de acopio donde se cortó en toletes –es decir fragmentos más pequeños– para así trasportarlos a Bogotá.

Proceso de laminado

Ya en Bogotá, el primer paso para el proceso del laminado fue segmentarlo en tiras longitudinales con cortes radiales hechos con la sierra, tal como se cortarían las rebanadas de un pastel redondo. Las láminas resultantes pasan a un proceso de cepillado para tener dos caras paralelas. La propuesta de la investigación es el prensado de caras anchas sin necesidad de tener una sección cepillada a cuatro caras, lo cual ahorra tiempo en la fabricación.

El esquema de prensado es así: a las láminas –o latas– se les aplica pegamento por las caras anchas, se prensan, el resultado es una especie de tableros que también son prensados y se obtienen bloques de donde se originan los elementos estructurales deseados.

Los tableros tienen algunas irregularidades por lo que pasan por el cepillo de carpintería para darles un acabado de caras planas o paralelas; para poder manipular el material prensado se adoptó un tiempo de prensado de 2 horas, y un día de curado.

Cada tablero se puede prensar con otros tableros según los bloques en las dimensiones deseadas para cada proyecto y para evaluar qué tan resistentes eran se hicieron dos tipos de ensayos, uno que medía la compresión paralela y otro la perpendicular, explica el ingeniero Pabón.

En los resultados para la compresión paralela, la resistencia a la compresión fue de 42,94 megapascales (el pascal es la unidad de presión del Sistema Internacional de Unidades) y la principal falla es el pandeo, típica por tratarse de fibras longitudinales en matriz blanda. Para la compresión perpendicular la falla principal es una especie de cuña, porque el esfuerzo se concentra en los diagonales y tiene una resistencia a la compresión de 11,34 megapascales, cada uno de los cuales equivale a 106 pascales.

El ingeniero, quien adelantó la investigación en el Semillero de Estructuras en Madera y Bambú (Sembu UNAL) subraya que el bambú laminado es un material anisotrópico, es decir que sus propiedades mecánicas son diferentes según la dirección en que se estudien, por lo que se deben determinar individualmente según la dirección en que se midan; así mismo, se deben adelantar futuras investigaciones para llegar a configuraciones de uso en la construcción.(Por: fin/AMV/MLA/LOF)