Científicos piden revisar políticas internacionales que prohíben árboles genéticamente modificados


Una coalición de científicos del sector forestal y la Alianza para la Ciencia de la Universidad de Cornell lanzaron una petición que solicita una revisión inmediata de las políticas internacionales que dificultan la investigación sobre el uso de la biotecnología para mejorar la salud de los bosques.


Esta petición está programada para resaltar la publicación de un informe de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, “El potencial de la biotecnología para abordar la salud de los bosques“, que identifica a la biotecnología como una herramienta clave para ayudar a gestionar la salud de los bosques y las epidemias de plagas asociadas.

La petición pide al Forest Stewardship Council (FSC) y al Programa para la Aprobación de la Certificación Forestal, dos organismos de certificación clave en Estados Unidos, que reconsideren su prohibición de los árboles modificados genéticamente y los pongan en línea con la evidencia científica actual.

“Los bosques son fuentes extraordinariamente importantes de productos renovables y también brindan importantes servicios ecosistémicos, pero están sometidos a un mayor estrés”, dijo Steve Strauss, de la Universidad Estatal de Oregón. “Esto se debe a una variedad de razones, como la creciente demanda de productos, así como el cambio climático y la proliferación de plagas forestales”.

La investigación biotecnológica puede contener soluciones, pero esa investigación está paralizada porque los árboles que han sido modificados utilizando ADN recombinante (formado al dirigir cambios específicos en el ADN nativo de un organismo o por la combinación de material genético de diferentes organismos) no se permiten en bosques certificados.

“Los sistemas de certificación forestal sostenible están en una buena posición para asumir un papel de liderazgo con los árboles biotecnológicos utilizados de manera responsable”, dijo Adam Costanza, un científico investigador principal del National Council for Air and Stream Improvement. “No podemos darnos el lujo de dar la espalda a herramientas que podrían detener las plagas de los bosques, aumentar la productividad y combatir los climas cambiantes”.

Sin embargo, la prohibición actual impide a los investigadores estudiar los árboles con ADN recombinante (ADNr) en tierras certificadas por cualquier motivo, incluso para salvar una especie de árbol nativo contra una plaga invasora. También se les impide usar organismos con ADNr para el control biológico, a pesar de los avances en la edición de genes que pueden aumentar la precisión y reducir los efectos fuera de objetivo.

Las tierras forestales certificadas (en Estados Unidos) según esos estándares ascienden a aproximadamente 470 millones de hectáreas, un área mayor que Australia. La prohibición incluye métodos de edición de genes como CRISPR, el sistema más preciso para mejorar las características beneficiosas de un organismo.

“Incluso la investigación de árboles con ADNr fuera de las áreas forestales certificadas se limita al punto de impedir que una organización desarrolle un árbol útil”, afirma la petición. “El FSC prohíbe a las organizaciones que están directa o indirectamente involucradas en la introducción de organismos genéticamente modificados en las operaciones forestales. El resultado de estas prohibiciones y restricciones de investigación es detener lo que los sistemas de manejo forestal sostenible exigen como necesario antes de tomar una decisión informada: información”.

La prohibición del ADNr es contraria al hecho de que una variedad de otras biotecnologías, incluidas la selección molecular, la hibridación, el injerto y la propagación vegetativa, han sido aceptadas como herramientas seguras y útiles para promover la productividad forestal y la adaptación al estrés.

Strauss dijo que los organismos de certificación creen que no se pueden realizar investigaciones con árboles con ADNr de manera segura, una visión que ha sido refutada por muchos años de ciencia llevada a cabo en todo el mundo.

“Los ensayos aprobados por el gobierno tienen un registro de seguridad que va más allá de lo esperado para otros tipos de investigación genética forestal”, dijo. “La nueva tecnología siempre exige una mejora y supervisión continua, por lo que, en lugar de prohibir la investigación de ADNr en bosques certificados, estos sistemas de manejo deberían alentar el desarrollo y la evaluación cuidadosa de las opciones de ADNr”.

Strauss destacó que la petición no respalda todos los usos del ADNr en la silvicultura ni aboga por el uso sin restricciones.

“Estas tecnologías son… nuevas herramientas que requieren investigación científica para evaluarlas y refinarlas caso por caso”, afirma la petición. “Dadas las crecientes amenazas a los bosques, la necesidad de una mayor producción de productos forestales sostenibles y renovables y los servicios ecológicos, y el creciente poder y precisión de las biotecnologías, creemos que la investigación de ADNr no debe estar excluida de bosques certificados“.