El microbioma ambiental de las plantas de procesado de alimentos, clave para mejorar la seguridad alimentaria


Un grupo de investigación liderado por Avelino Álvarez (ULE) forma parte de la acción MASTER del programa Horizon 2020, que cuenta con 11 millones de presupuesto


ULE/DICYT El Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (ICTAL) de la Universidad de León (ULE) estuvo presente la semana pasada, en Dublín, en la reunión inicial de trabajo del proyecto europeo denominado MASTER (Microbiome Applications for Sustainble food systems thorugh Technologies and EnteRprise), en el que participa de forma activa junto a investigadores europeos de más de una decena de países.

El proyecto MASTER es una acción de innovación del programa europeo Horizon 2020 coordinada por el Paul Cotter en el centro de investigación irlandés Teagasc y que cuenta con una subvención de la Unión Europea cercana a los 11 millones de euros. Este ambicioso proyecto de investigación se ejecutará a largo de cuatro años con la participación de 31 grupos de investigación de 13 Estados miembros de la Unión Europea, 2 países asociados a la Unión Europea y 1 socio no comunitario.

Los microbios han existido durante miles de millones de años. Están en todas partes, incluso dentro del cuerpo humano. Proporcionan alimentos, salvaguardan la salud y dan forma al cuerpo. Sin embargo, es solo durante los últimos 10 a 15 años que se ha comenzado a obtener información sobre la composición y función de las comunidades microbianas (microbiomas) con el desarrollo técnicas de secuenciación masiva del ADN que han permitido el crecimiento de una nueva industria de miles de millones de euros centrada en la caracterización y modulación de los microbiomas.

El objetivo general del proyecto MASTER es adoptar un enfoque global para el desarrollo de productos, alimentos, servicios o procesos de microbiomas concretos (incluidas las pruebas de microbiología) con alto potencial comercial. El grupo de investigación del ICTAL de la ULE, liderado por el Avelino Álvarez Ordóñez y en el que también participan los investigadores Miguel Prieto y Mercedes López, desarrollará actividades dirigidas a “mapear el microbioma ambiental de plantas de procesado de alimentos con el objetivo de identificar de forma rápida y automatizada episodios de contaminación por microorganismos patógenos o alterantes”, señala Avelino Álvarez a su regreso de la reunión europeo en Irlanda. Además, los investigadores de la ULE se encargarán de diseñar estrategias y agentes de bioconservación de productos cárnicos “con el objetivo de aumentar su vida útil y mejorar su seguridad”.

El coordinador Paul Cotter aseguró en este encuentro que este proceso beneficiará a la sociedad a través de la mejora de la cantidad, calidad y seguridad de los alimentos, a través de múltiples cadenas alimenticias, para incluir marinos, plantas, rumen, carne, elaboración de cerveza, residuos de frutas y vegetales y alimentos fermentados.

“Esto se logrará a través de la minería de datos de microbiomas relacionados con la cadena alimentaria, desarrollando herramientas de gestión de big data para identificar las relaciones entre los microbiomas en las cadenas alimentarias y generando productos y aplicaciones cercanas al mercado que promuevan la sostenibilidad, la circularidad y contribuyan a la gestión de residuos y la mitigación del cambio climático», concretó Cotter.