Gobierno de Japón impulsa el desarrollo de alimentos editados genéticamente


Un panel del Ministerio de Salud de Japón afirmó que la mayoría de los alimentos actualmente en desarrollo con técnicas de edición genética se pueden comercializar sin una evaluación de seguridad previa por parte del Estado, una propuesta que aceleraría el lanzamiento comercial de alimentos como tomates más nutritivos o pescado más sabroso en la nación nipona.


La regulación relativamente moderada permitiría a las compañías vender alimentos editados genéticamente solo brindándole al gobierno información sobre el proceso específico  de ingeniería genómica utilizado, o qué trozo de ADN se recortó o editó en cultivos o animales.

Contrasta con las reglas más estrictas sobre los alimentos genéticamente modificados (OGMs), o transgénicos, que se producen al agregar genes de otros organismos.

Sobre la base del informe del panel, el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar planea llegar a su propia conclusión al respecto para fines de marzo.

En comparación con las técnicas de mejoramiento tradicional, que generalmente requieren una década o más para crear nuevos cultivos a través del cruzamiento o mediante la aplicación de químicos y radiación al ADN, las técnicas de edición de genes pueden ofrecer resultados en un período de tiempo mucho más corto.

En octubre, la Universidad de Tsukuba anunció que lanzará una start-up para comercializar tomates editados con altos niveles de ácido gamma-aminobutírico que puede disminuir la presión arterial.

Otros alimentos editados genéticamente que se están desarrollando en Japón incluyen papas libres de toxinas naturales en sus brotes y tubérculos y arroz de alto rendimiento, mientras que la inactivación de genes específicos a través de herramientas de edición de genes también reduce el trabajo para agricultores y transportistas.

La foto muestra papas que están libres de toxinas como resultado de la edición del genoma [izquierda] y papas comunes [derecha]. Foto: cortesía de la Universidad de Osaka, Riken.

Mientras tanto, por razones de seguridad, los grupos de consumidores han estado pidiendo la implementación de una evaluación de seguridad obligatoria para los alimentos desarrollados por edición genética, pero el panel ha determinado que los alimentos con los cuales se inactivan genes específicos mediante la edición de genes no se pueden distinguir de los alimentos desarrollados con por técnicas de mejoramiento convencional.

También concluyó que dicha inactivación de genes puede ocurrir naturalmente a través de mutaciones, entre otras cosas, y que esos alimentos editados genéticamente deben estar fuera de las regulaciones actuales para los alimentos genéticamente modificados (GM) o transgénicos.

El informe compilado por el panel estipula que se debe exigir una evaluación de seguridad para los alimentos derivados de plantas o animales en los que se introdujeron genes extraños, ya que dichos alimentos se consideran alimentos GM o transgénicos.

También menciona que la información, incluida la de los genomas editados y las sustancias que pueden causar reacciones alérgicas, debe proporcionarse al gobierno, mientras que la solicitud de información no debe ser vinculante.

Entre las nuevas tecnologías de edición del genoma, el sistema CRISPR-Cas9 ha generado mucha emoción en la comunidad científica debido a su eficiencia y precisión, según los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU y otras entidades académicas internacionales.

La herramienta de edición del genoma permite cortar las cadenas de ADN en un punto específico y crear una brecha en el ADN donde se puede agregar una nueva pieza de ADN.