Hallan un nuevo antibiótico producido por una bacteria que habita el suelo de un bosque tropical de México



El nuevo antibiótico, denominado fazolicina, evita que bacterias patógenas entren en los sistemas de raíces de las plantas de frijol y la mantiene robusta. Podría tener aplicación en otras legumbres de interés agrario


DICYT – Investigadores de Estados Unidos, Rusia y Francia han descubierto un antibiótico producido por una bacteria del suelo en un bosque tropical mexicano. El hallazgo, publicado en la revista ‘Nature Communications’, puede ayudar a generar “plantas probióticas”, plantas más robustas y otros antibióticos.

Los probióticos son microorganismos vivos conocidos por ser beneficiosos para la salud de los humanos. Igualmente, los probióticos también pueden ser positivos para las plantas, manteniéndolas saludables y más robustas. El nuevo antibiótico, conocido como fazolicina, evita que bacterias patógenas entren en los sistemas de raíces de las plantas de frijol, según el estudio.

La bacteria que produce el antibiótico forma nódulos en las raíces de la planta del frijol y la protege frente a infecciones/Dmitrii Y. Travin

«Queremos mostrar que la bacteria se puede usar como ‘probiótico para plantas’ porque la fazolicina evita que otras bacterias potencialmente dañinas crezcan en el sistema de raíces de plantas de importancia agrícola», señala el autor principal Konstantin Severinov, investigador de la Universidad Rutgers (Estados Unidos).

La bacteria que produce fazolicina es una especie no identificada de Rhizobium. Se encontró en un bosque tropical en Los Tuxtlas, México, en el suelo y las raíces de frijoles silvestres llamados ‘Phaseolus vulgaris’. Al igual que otros Rhizobia, el microbio productor de fazolicina forma nódulos en las raíces de las plantas del frijol y les proporciona nitrógeno, lo que las hace crecer de manera más robusta. A diferencia de otros Rhizobia, también defiende a las plantas de las bacterias dañinas. Así, el descubrimiento podría tener aplicación no solo en frijoles, también en guisantes, garbanzos, lentejas, maní, soja y otras legumbres.

Mediante análisis informáticos y bioinformáticos, los científicos predijeron la existencia de fazolicina y luego confirmaron su presencia en el laboratorio. Revelaron la estructura atómica del antibiótico y mostraron que está unido y ataca al ribosoma, la fábrica de producción de proteínas de las células bacterianas.

Asimismo, los científicos descubrieron que pueden modificar y controlar la sensibilidad o susceptibilidad al antibiótico mediante la introducción de mutaciones en los ribosomas, según la información de la Universidad Rutgers recogida por DiCYT.

«La resistencia a los antibióticos es un gran problema tanto en medicina como en agricultura, y las continuas búsquedas de nuevos antibióticos son muy importantes, ya que pueden proporcionar pistas para futuros agentes antibacterianos», concluye Severinov.