Investigadores chilenos desarrollan uva editada genéticamente resistente a hongos



Investigadores del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) lograron desarrollar un proyecto para crear uva editada genéticamente con el objetivo de que sean resistentes a enfermedades fungosas. El siguiente objetivo será dotar a la vid de resistencia a los nuevos desafíos climáticos como temperaturas extremas.




La edición genética, según lo señalado por el investigador encargado del proyecto a PortalFrutícola.com, Dr. Humberto Prieto; se realiza mediante la técnica CRISPR-Cas (un sistema de “edición” de secuencias de ADN), y ya se han obtenido los primeros resultados positivos al respecto.

Este proyecto comenzó en 2014 para el grupo de investigadores que lidera Humberto Prieto, quien ya se había interesado en los avances en cuanto a las nuevas tecnologías de mejoramiento genético alrededor del mundo y especialmente en Europa.

Fue en ese entonces que comenzó, junto a este equipo multidisciplinario, a través de un proyecto CORFO y el consorcio Biofrutales, a desarrollar la iniciativa.

“Ya en 2015 apareció muy clara la factibilidad de la edición génica por CRISPR-Cas y nosotros rápidamente nos interesamos en ella e intentamos instalarla en el laboratorio”, comentó el investigador.

Decidieron desarrollar la tecnología en el cultivo de uvas por la experiencia que ya tenían experimentando en vid, gracias a proyectos Fondef “fundacionales” en ingeniería genética de dicha especie.

Así fue como empezaron a avanzar en la investigación y, actualmente, a través de un nuevo proyecto Fondef y acompañados por Biofrutales, consolidaron el trabajo y lograron generar poblaciones editadas de uva. Actualmente, ellos están caracterizando dichos individuos.

El investigador del INIA explicó que lo que se ha desarrollado, hasta el momento, se podría ya considerar “histórico“, debido a que lograron editar genéticamente uvas sin que estas sean transgénicas, con mejores posibilidades de defenderse contra la Botrytis cinerea.

Tecnologías clave

Son tres las tecnologías clave que están utilizando hoy en la mejora de plantas y que contribuyen también a obtener resultados en este proyecto. Una de las más importantes es la cisgenia.

La cisgenia, según Humberto Prieto, surge debido a la mala percepción que la población tiene respecto a los transgénicos.

Esta tecnología consiste en modificar genéticamente las uvas, pero en este caso con secuencias propias de la misma planta; lo que las hace no transgénicas.

La segunda tecnología es RNA interferente (hallazgo galardonado con el Nobel de Medicina en 2006), que según Prieto “controla el genotipo de plantas a través de regular cómo se expresan muchos genes”; y la tercera, es la edición de los genomas, sobre todo a través del uso de CRISPR-Cas, que hace factible modificar genes de forma muy puntual y específica.

Un hito importante 

Actualmente, el INIA- La Platina ya cuenta con los prototipos de plantas de uva en invernaderos, lo que se podría considerar un hito importante en la investigación.

“Tener plantas editadas de uva, con un año y medio de edad, y que ya hemos caracterizado bastante desde el punto de vista molecular, es un hito“, comentó Humberto Prieto.

El investigador señaló que en este momento investigan cómo se enfrentan al patógeno inicial por el cual se origina el estudio: la Botrytis cinerea; pero al mismo tiempo buscan generar nuevos individuos aptos para enfrentar otro tipo de problemas.

“Seguimos apuntando a nuevos rasgos para poder presentar mayores ofertas a la sociedad. No solo concentrarnos en hongos, sino que, por ejemplo, en efectos del cambio climático (resistencia al frío o a las sequías)”, puntualizó.

No obstante, para Humberto Prieto, lo más importante es haber desarrollado “individuos editados, que eventualmente se van a defender mejor a la Botrytis cinerea; pero sin ser transgénicos “; lo que, a su vez, es lo más atractivo a nivel comercial.

“No existen plantas similares en otra parte del mundo. Quiero decir con edición génica, pero que no sean transgénicos“, comento Prieto.

El investigador aseguró que “este es el primer desarrollo. Somos bastante pioneros en ese sentido y desde ese punto de vista, como investigación, es bien importante para nuestra comunidad de investigación en fruticultura”.

Asimismo, hizo un llamado a incorporar ese tipo de tecnologías en el conocimiento y la ciencia en general. Pero también en generar el interés de las personas que no están involucradas directamente en las investigaciones. Es misión de todos nosotros colaborar con distintas herramientas para hacer frente a la era de cambios que vivimos.

En un contexto de cambio climático, la agricultura tiene serios desafíos hoy. La única forma de asegurar sustentabilidad y producción es utilizando todas las herramientas que tenemos a mano; y nosotros estamos intentando aportar con esta parte”, concluyó.