En un nuevo decreto sobre la importación de maíz transgénico, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha realizado algunos ajustes: la prohibición sigue vigente para el maíz blanco transgénico, pero se levanta temporalmente para los envíos de maíz transgénico amarillo con fines industriales y de alimentación animal.
El gobierno de México emitió una orden ejecutiva el lunes 13 de febrero para revocar los permisos de importación, fabricación, distribución y uso del herbicida glifosato y maíz genéticamente modificado (OGM) en medio de las tensiones comerciales con Estados Unidos, el mayor proveedor de maíz transgénico del país. informó Reuters.
México no emitirá nuevos permisos para maíz blanco transgénico para consumo humano, dice el decreto, a partir del martes 14 de febrero. La autoridad sanitaria COFEPRIS, sin embargo, puede emitir permisos para el uso de maíz amarillo transgénico para la alimentación animal o para su procesamiento industrial en la alimentación humana hasta que se encuentre una alternativa.
Los funcionarios estadounidenses le han dado previamente al gobierno mexicano hasta el 14 de febrero para explicar la razón científica de las prohibiciones planificadas de México sobre el maíz transgénico y el glifosato.
Recordemos que la voluntad del presidente de México de prohibir el maíz transgénico se ha convertido en el principal foco de tensión en las relaciones con Estados Unidos. México es uno de los mayores compradores de maíz estadounidense, con agricultores estadounidenses que envían alrededor de 17 millones de toneladas de maíz amarillo, en su mayoría transgénicos, a México cada año, la mayor parte del cual se utiliza como alimento para animales.
México originalmente quería prohibir todo el maíz transgénico para 2024, con el argumento de que las semillas transgénicas podrían contaminar las variedades locales centenarias de México, y hay estudios que muestran los efectos adversos del glifosato en la salud humana y el medio ambiente.
Dado que el 90% del maíz estadounidense es maíz biotecnológico, y México es uno de los principales socios comerciales en este sentido, la promesa de Obrador provocó la ira del país exportador. El secretario del USDA, Tom Vilsack, prometió personalmente a Obrador procedimientos legales por violaciones del acuerdo comercial USMCA (USMCA).
En respuesta, el viceministro de Agricultura de México, Víctor Suárez, respondió que no creía que la decisión de México constituyera una violación del T-MEC. Dijo ( citado por Reuters ): “El país no está obligado a comprar y cultivar maíz transgénico. Respetamos y nos preocupamos por el acuerdo comercial, pero el T-MEC no es Dios ni nuestra constitución». También señaló que los agricultores mexicanos, con las medidas de apoyo estatal apropiadas, pueden producir grandes volúmenes de maíz no transgénico por sí mismos, y también hay países que están listos para suministrar cultivos no transgénicos, es decir, Brasil y Argentina.
Sin embargo, el decreto original que prohibía todas las importaciones de maíz biotecnológico a México a partir del 31 de enero de 2024 ha sido redactado.
(Fuente: Reuters.)
