En busca de la frambuesa perfecta: una técnica pionera de edición genómica podría ser el futuro de la fruticultura y la agricultura.

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Una de nuestras bayas de verano más populares podría durar más tiempo en el refrigerador gracias a una nueva investigación realizada en la Universidad de Cranfield.


por la Universidad de Cranfield


En Frontiers in Genome Editing, investigadores han publicado un nuevo método para editar el ADN de las frambuesas, con el objetivo de lograr una producción de frambuesas más sostenible y reducir el desperdicio de alimentos. El artículo de investigación se titula «Edición genómica CRISPR sin ADN en el protoplasto de frambuesa (Rubus idaeus) mediante transfección mediada por RNP».

El nuevo estudio detalla un nuevo método para el aislamiento de células individuales (protoplastos) del tejido de las hojas de microplantas de frambuesa cultivadas en cultivo de tejido estéril.

Los protoplastos fueron posteriormente editados genéticamente con CRISPR-Cas9, una biotecnología revolucionaria que puede programarse para actuar sobre cualquier región del genoma e introducir cambios en el ADN. Este estudio representa la primera vez que la edición genética CRISPR se valida en frambuesa roja (Rubus idaeus) en una publicación revisada por pares.

Ahora que la edición genética sin ADN ha sido validada en la frambuesa, podría permitir un cultivo mucho más rápido, más eficiente y más preciso de nuevos cultivares de frambuesa con características mejoradas, lo que podría significar frambuesas más sabrosas y más sostenibles en los estantes de los supermercados en el futuro.

Por ejemplo, uno de los genes editados en este estudio, el NPR1, al ser modificado en tomate, resultó en una mayor resistencia al moho gris. En el futuro, podría ser posible utilizar esto para crear variedades de frambuesa con una mayor vida útil, reduciendo el desperdicio de alimentos y mejorando la sostenibilidad.

Estas técnicas también podrían dar lugar a frutos de frambuesa más dulces, más grandes, sin semillas, o que permitan mayores rendimientos de los cultivos y mayor resiliencia a las olas de calor derivadas del cambio climático .

Fundamentalmente, la edición genética acelerará el mejoramiento varietal: versiones mejoradas con precisión de cultivares élite de frambuesa podrían producirse en aproximadamente 12 meses, listas para la propagación y los ensayos en finca. En comparación, el fitomejoramiento tradicional se basa en la polinización cruzada y la suerte de la redistribución aleatoria de genes, seguida de una década o más de selección en campo antes de comenzar la evaluación cercana al mercado.

El paso final es encontrar maneras de regenerar plantas completas de frambuesa a partir de protoplastos unicelulares modificados genéticamente, lo cual es posible en muchos cultivos, pero puede ser complicado en otros. Las plantas regeneradas producirían frambuesas modificadas genéticamente con características beneficiosas, como una mayor resistencia al moho.

Nuevas oportunidades en un nuevo entorno regulatorio

Es importante destacar que la edición genética sin ADN no produce un organismo modificado genéticamente (GM). Los cambios en el ADN observados en este estudio son indistinguibles, a nivel genético, de los que resultan de la mutación natural a lo largo del tiempo o de los producidos mediante el fitomejoramiento tradicional. Esto se debe a que no se introduce ADN no nativo (es decir, ADN ajeno a la frambuesa) en el genoma de la frambuesa.

En su lugar, CRISPR se introduce en los protoplastos de frambuesa como proteína Cas9 y ARN guía, lo que provoca la edición del ADN, pero no se inserta físicamente en el genoma de la frambuesa. Esto es crucial para el cumplimiento de la nueva Ley de Tecnología Genética (Mejoramiento de Precisión) (2023), que solo permite modificaciones no transgénicas del ADN en especies de cultivo para su producción y consumo en Inglaterra.

«Las técnicas de mejoramiento de precisión son esenciales para combatir el desperdicio de alimentos , mejorar la sostenibilidad y la nutrición alimentaria, y reducir el costo de los alimentos», afirmó Ryan Creeth, estudiante de doctorado que desarrolló el nuevo método junto con los coautores Dr. Zoltan Kevei y Prof. Andrew Thompson.

Es fundamental que utilicemos al máximo técnicas de vanguardia, como la edición genética sin ADN, en una mayor variedad de especies de cultivos para transferir con éxito la investigación del ámbito académico al mundo real. Se requiere más investigación, en particular con la regeneración de plantas de frambuesa modificadas genéticamente. Sin embargo, es un comienzo prometedor para una de las frutas blandas favoritas del país.

Más información: Ryan Creeth et al., Edición genómica CRISPR sin ADN en protoplastos de frambuesa (Rubus idaeus) mediante transfección mediada por RNP, Frontiers in Genome Editing (2025). DOI: 10.3389/fgeed.2025.1589431