Un tomate “inteligente” que cambia de color cuando le falta nitrógeno.

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Innovación de doctorandos de Cornell marca el futuro de la agricultura de precisión. Un avance biotecnológico que convierte a la planta en su propio sensor


Redacción Mundo Agropecuario BET

Estudiantes de doctorado del programa de Biología de Plantas de la Universidad de Cornell (Estados Unidos) han desarrollado un tomate genéticamente modificado que cambia de color cuando sufre deficiencia de nitrógeno. El logro abre una nueva etapa en la agricultura de precisión, al permitir que las plantas adviertan de forma visual sus necesidades nutricionales, sin depender de sensores externos ni costosos análisis de laboratorio.

Cuando el tomate se convierte en un bioindicador

El grupo de jóvenes investigadores diseñó un sistema genético sensible al nitrógeno que activa una respuesta visible en la planta. Cuando el suelo carece del nutriente, se dispara la expresión de un gen que modifica los pigmentos naturales, generando un cambio de tonalidad en hojas o frutos.

El principio detrás de este avance es simple pero poderoso: hacer que la planta comunique directamente su estado fisiológico. Así, el agricultor puede identificar cuándo es necesario fertilizar sin equipos especiales, solo observando el color del cultivo.

Los estudiantes de posgrado Ava Forystek (izquierda) y Jacob Belding revisan plantas de tomate. | Cornell Chronicle.

Nitrógeno: el nutriente clave y su dilema ambiental

El nitrógeno es fundamental para la vida vegetal; forma parte de proteínas, enzimas y clorofila. Pero su aplicación en exceso conlleva graves consecuencias ambientales, como contaminación de aguas, emisiones de gases de efecto invernadero y pérdida de biodiversidad. En cambio, su deficiencia reduce drásticamente la productividad agrícola.

Por eso, encontrar el equilibrio exacto en la fertilización nitrogenada es uno de los mayores retos para los productores. La herramienta desarrollada en Cornell representa una solución práctica, sostenible y asequible, especialmente para pequeños agricultores que no disponen de tecnologías avanzadas de monitoreo.

Ingeniería genética al servicio del manejo sostenible

El equipo de Cornell utilizó promotores genéticos sensibles a la disponibilidad de nitratos vinculados a genes que producen pigmentos visibles o fluorescentes. De este modo, la planta reacciona automáticamente ante cambios en el entorno nutricional.

Los investigadores destacan que el rendimiento y la calidad del tomate no se ven comprometidos, lo que abre la posibilidad de aplicar la tecnología a otras especies vegetales. Se trata de un enfoque que combina biotecnología, biología sintética y sostenibilidad agrícola para convertir las plantas en sensores vivientes.

Una herramienta para reducir el uso de fertilizantes

El tomate inteligente podría tener un impacto directo en la reducción de costos y contaminación por fertilizantes. En lugar de depender de análisis periódicos o herramientas digitales caras, los productores contarían con un método biológico, visible y de respuesta rápida.

Este desarrollo no solo mejora la eficiencia en el uso del nitrógeno, sino que contribuye a disminuir la huella ambiental de la agricultura, alineándose con las metas globales de sostenibilidad y adaptación al cambio climático.

Hacia una agricultura que “se comunica”

El proyecto liderado por los doctorandos de Cornell forma parte de una tendencia creciente en biotecnología: crear cultivos que interactúan con su entorno y pueden “comunicar” información sobre su salud o necesidades.

En un futuro cercano, este tipo de sistemas podría ampliarse a otros indicadores biológicos —como el estrés hídrico, la presencia de patógenos o la contaminación del suelo—, transformando completamente la forma en que los agricultores toman decisiones.

Un paso hacia la agricultura inteligente

El tomate que cambia de color no es una curiosidad de laboratorio, sino una promesa real de agricultura de precisión sostenible, donde la biología reemplaza a los sensores electrónicos y la planta se convierte en su propia fuente de datos.

Este trabajo de los jóvenes científicos de Cornell demuestra que la innovación en biotecnología vegetal puede ofrecer soluciones elegantes, de bajo costo y con impacto global. En lugar de depender exclusivamente de tecnologías digitales, el futuro de la agricultura podría apoyarse también en la inteligencia natural de las propias plantas.


Referencias

https://chilebio.cl/2025/10/23/un-tomate-inteligente-planta-cambia-de-color-para-indicar-deficiencia-de-nitrogeno-en-el-cultivo