Investigadores de la Universidad de Wageningen e Investigación (WUR) en los Países Bajos han desentrañado el genoma de la cebolla, un avance que ayudará a acelerar el desarrollo de nuevas variedades de cebolla que sean resistentes a diversos tipos de estrés como la sequía y que satisfagan la creciente demanda mundial de cebollas.
La cebolla es una de las verduras más cultivadas en el mundo y una parte importante de la dieta de las personas y de la cocina de muchos países. Sin embargo, las cebollas son susceptibles a enfermedades y la reproducción de variedades resistentes a la sequía y los hongos es todo un desafío. El tamaño del genoma de la cebolla también es tan grande que también ha sido un gran reto para los investigadores, es unas dieciséis veces más grande que el del tomate y cinco veces más grande que el de los humanos.
Según investigador Richard Finkers, “ensamblar el genoma de la cebolla es comparable a completar un rompecabezas con 100.000 piezas, de las cuales 95.000 son sólo pedazos de cielo azul. Sólo 5.000 piezas realmente marcan la diferencia”. Con la ayuda de las últimas tecnologías de secuenciación de ADN, los investigadores de la WUR lograron ensamblar las piezas pequeñas y grandes que se superponen parcialmente. Los fitomejoradores ahora esperan que el acceso a la secuencia del genoma de la cebolla duplique la velocidad de su trabajo de mejoramiento, reduciéndolo a unos seis o siete años.