Campanita cultivada in vitro produce sustancia que reactiva ritmo cardiaco


Con el cultivo en laboratorio de la planta adelfa amarilla, también conocida como campanita (Thevetia peruviana), investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín obtuvieron glucósidos cardiotónicos, sustancias de las cuales se sabe científicamente que –en las dosis médicas establecidas– logran restablecer el ritmo cardiaco.



El profesor Mario Arias Zabala, coordinador del Laboratorio de Bioconversiones de la UNAL, explicó que el grupo de investigación Biotecnología Industrial que él lidera se propuso buscar estas sustancias que tienen aplicaciones médicas y hasta podrían salvar vidas en casos de arritmia y paros cardiacos.

Señaló además que “esta especie es un arbusto ornamental que en Medellín se encuentra ampliamente distribuido, incluso en los campus de la Sede de la Universidad. Se usa porque tiene una floración muy linda de color amarillo o naranja. Además la ciencia reporta que es fuente de una amplia variedad de compuestos con aplicaciones farmacológicas, dentro de los cuales se encuentran los denominados glucósidos cardiotónicos, por su actividad en el ritmo cardiaco”.

Estas sustancias se encuentran en bajas concentraciones en la planta, y para obtener cantidades significativas habría que cultivar grandes extensiones, por lo que el cultivo in vitro es una alternativa interesante.

“No es un cultivo de la planta en invernadero, sino que a partir del explante –una parte de la planta– cultivamos células o agregados celulares en un medio adecuado bajo condiciones específicas”, detalló el profesor Arias.

A partir del explante empiezan a crecer células desdiferenciadas (callo), es decir que aunque no pertenecen a una parte específica de la planta (hoja, flor o raíz) sí tienen toda la información genética y sirven para generar una nueva planta completa. En este caso, las células desdiferenciadas o callos se llevaron a un medio líquido en un fermentador para tratar de inducir allí la producción de las sustancias de interés.

Propiedades anticancerígenas

Pero los hallazgos no terminaron ahí, pues durante el estudio el equipo investigador también encontró que las células produjeron un metabolito llamado taxifolina, que tiene propiedades anticancerígenas.

Al respecto, el profesor Arias comentó que este fue un hallazgo sorprendente porque no se había reportado la producción de esta sustancia ni siquiera en las plantas cultivadas en campo.

Ahora el grupo de investigación se enfrenta al reto de escalar el proceso, es decir replicar el mismo efecto en escalas mayores, con miras a la producción industrial de dichas sustancias, lo cual supone un desafío porque las células son sensibles a las variaciones en su microambiente, es decir que cuando algo cambia en su entorno inmediatamente ellas responden alterando su metabolismo y cambiando los productos que generan.

“Sigue una investigación de largo aliento en la cual buscamos reproducir lo que hicimos en el laboratorio a una escala mayor, para lograr que las células se comporten de la misma manera. Se requiere mucho trabajo porque se debe entender cómo se producen las sustancias en las células, o sea conocer su metabolismo celular, para hacer que el cambio de escala tenga los mínimos efectos posibles. Para ello ya realizamos un estudio de la metabolómica (procesos químicos que involucran metabolitos) de la planta y le estamos realizando además un análisis transcriptómico (de moléculas de ARN)”, agregó el profesor Arias.

Los resultados del trabajo del profesor Arias y su equipo, que en esta fase específica tomó casi cuatro años, ya se han reportado en revistas indexadas internacionales como In Vitro Cellular & Developmental Biology-PlantPlant Cell Tissue and Organ Culture y Brazilian Archives of Biology and Technology, entre otras.(Por: fin/VRB/MLA/LOF)