Una investigación propone un paso más allá con relación a las metodologías establecidas, al aplicar el concepto de residuo cero en la producción de ingredientes activos naturales de organismos marinos
AGENCIA FAPESP/DICYT – Un artículo publicado en la revista Phycology muestra que existe margen para transformar el 100 % de la materia prima de las macroalgas en ingredientes de la industria cosmética mediante el empleo de las tecnologías verdes disponibles industrialmente.
“Este artículo surgió de la idea de acercar el desarrollo de las investigaciones científicas relevantes en el universo de las macroalgas a las potenciales demandas de la industria cosmética”, comenta Leonardo Zambotti Villela, doctor en bioquímica y biología molecular por el Instituto de Química de la Universidad de São Paulo, en Brasil, investigador del Laboratorio de Bioquímica y Biología Molecular (LBBM) del IQ-USP y uno de los autores del artículo. “En nuestra revisión, analizamos de qué manera se emplean actualmente los extractos de las macroalgas y mostramos qué otras actividades biológicas son posibles e interesantes para la industria cosmética. Apuntamos a consolidar todo el conocimiento reunido de la literatura científica e industrial en escenarios y estrategias de biorrefinería para explotar las macroalgas como materia prima transformada en ingredientes en su totalidad. En ellos montamos la pipeline, es decir, la senda que ha de seguirse desde la recolección o la producción de las macroalgas hasta los procesos posproductivos.”
Este estudio es uno de los resultados de una investigación apoyada por la FAPESP e integra el proyecto de maestría de Mariana Hempel en el programa de posgrado en biotecnología marina del Instituto de Estudios del Mar Almirante Paulo Moreira, de la Marina de Brasil, y en la Universidad Federal Fluminense (UFF). Hempel fue dirigida por Pio Colepicolo, doctor en bioquímica por la USP con posdoctorado en Harvard y coordinador del LBBM.
Según Zambotti Villela, invitado por Colepicolo para coordinar la revisión del artículo, uno de los objetivos del grupo consistió en añadirles a los estudios protocolos que faciliten la transición de los resultados de la investigación científica hacia su aplicación industrial. El investigador señala que muchas cosas aún no se exploran como es debido en las investigaciones en biotecnología: “La industria solamente puede aprovechar resultados de toxicidad, actividades biológicas, tales como los efectos antienvejecimiento, antioxidantes, etc., en caso de que provengan de experimentos que sigan estrictamente los protocolos de agencias como OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico] e ISO [Organización Internacional de Normalización]. Nuestro trabajo acorta el camino de esa transición”. La exploración completa de los extractos puede erigirse como un vehículo para que el sector de cosméticos atienda las demandas ESG –las siglas en inglés de sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza–, muy en boga en el mundo corporativo.
Proyectos Temáticos de la FAPESP y otros de otras agencias científicas de fomento han permitido reunir un cuerpo de evidencias sobre el potencial de las macroalgas marinas distribuidas por la costa brasileña. “Siempre hemos estado al frente de investigaciones de bioprospección y ecotoxicológicas, de biotecnología y ecología. También trabajamos durante muchos años en el Programa Antártico Brasileño [Proantar] y recolectamos macroalgas en el continente antártico para la realización de estudios ambientales y de prospección de activos biológicos”, dice Zambotti Villela.
El grupo de investigación integra la llamada Redealgas, una articulación de científicos de diversas instituciones brasileñas e internacionales para el análisis del potencial de las algas, principalmente las macroalgas, desde aspectos biotecnológicos y socioambientales. “Es una red sumamente productiva en términos académicos y de generación de patentes, aparte de sus programas sociales en comunidades costeras para la capacitación y el desarrollo laboral de esas poblaciones”, comenta Zambotti Villela.