La recomendación es hacer una limpieza inicial de todos los productos con una mezcla casera de 30 cc (centímetros cúbicos) de agua y 70 cc de alcohol -mediante un paño y un atomizador- y antes de almacenar los víveres realizar una desinfección minuciosa, con especial atención a las instrucciones de uso con sustancias como hipoclorito de sodio (cloro), bicarbonato de sodio o vinagre.
Así lo explica la profesora Narda Patricia Molina Montealegre, del Departamento de Nutrición Humana de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien se desempeña en gerencia de servicios de alimentación y en limpieza y desinfección de alimentos.
Según indica, este es un aspecto que se suele descuidar en la vida cotidiana, pero que adquiere especial relevancia en estos tiempos en los que se debe prevenir el contagio de enfermedades infecciosas como el COVID-19.
“En general no le ponemos mucha atención a la desinfección de los alimentos, sino que pensamos que con solo lavarlos ya están listos para el consumo. Es un hábito que también se omite en muchos servicios de alimentación por los temas de costos y tiempo”, manifiesta la docente.
Ante la presencia latente del nuevo coronavirus y de muchos otros microorganismos que pueden aparecer en los alimentos, la profesora Molina presenta una serie de recomendaciones para cumplir la importante tarea de asepsia con estos productos dentro de los hogares, como la limpieza de la mugre visible y la desinfección de gran parte de las amenazas que no se captan a simple vista para evitar que virus y bacterias entren en el organismo.
La primera sugerencia es realizar un buen proceso de desinfección de los empaques con una solución preferiblemente de 30 cc de agua y 70 cc de alcohol. La idea es desinfectar todos los empaques, bolsas y recipientes antes de que ingresen a nuestras cocinas.
Después se debe hacer una desinfección más minuciosa con una solución básica o ácida, sustancias como hipoclorito de sodio, bicarbonato de sodio, vinagre u otros productos comerciales que cumplan este fin, con atención a sus indicaciones de uso. En estas soluciones se deben sumergir los alimentos de 5 a 10 minutos, según la sustancia a utilizar.
Esto garantiza la desinfección frente al SARS-CoV-2 y la reducción de microorganismos en los alimentos, los cuales quedarán listos para el consumo. Las frutas y verduras también deben ser lavadas, desinfectadas y secadas para disminuir la actividad del agua y así conservarlas por más tiempo.
“Es muy importante realizar este proceso, sobre todo en alimentos que se consumen crudos, como las frutas y las verduras usadas en ensaladas o jugos, en los que no hay tratamientos térmicos que puedan minimizar la cantidad de microorganismos”, explica la profesora Molina.
Así mismo hace un llamado a que estas prácticas se integren de manera permanente en la vida cotidiana de las personas, esto con el fin de evitar enfermedades como gastritis o úlceras gástricas generadas por bacterias como Helicobacter pylori.
Preparación y conservación de los alimentos
La docente aborda estos temas en el libro Recomendaciones de alimentación y nutrición ante la declaración de emergencia sanitaria por COVID-19 en Colombia, una publicación realizada por profesoras del Departamento de Nutrición Humana de la Facultad de Medicina de la UNAL con el fin de brindar una guía sobre estos temas a la población nacional en confinamiento.
La profesora Molina también se refiere a los momentos de preparación y conservación de los alimentos. Sobre este primer momento indica que se trata de una actividad a partir de la cual se pueden afianzar lazos familiares o sociales y fortalecer competencias individuales de trabajo en equipo, sobre todo entre los más pequeños, además de lograr preparaciones agradables y nutritivas para todos los miembros del hogar.
El llamado es a innovar con las preparaciones, pero también a considerar que estas deben ser prácticas que optimicen el tiempo, por ejemplo, en los momentos en que las personas deben teletrabajar.
La docente también resalta la importancia del lavado de manos en estos procedimientos, así como después de los momentos de limpieza y desinfección.
Los alimentos también se deben guardar de forma adecuada en el refrigerador, lo aconsejable es mantener las preparaciones listas para el consumo separadas de los productos que aún requieren de cocción, como el pollo, para evitar la contaminación cruzada.