Un estudio realizado por científicos iraníes concluye que un arroz transgénico resistente a plagas requiere un menor uso de energía y pesticidas, emite menos de gases de efecto invernadero y potencial de calentamiento global (PCG), y también produce menos contaminación en el aire, agua y suelo.
ChileBio / .- Un equipo dirigido por científicos de Irán descubrió que un arroz genéticamente modificado (GM) resistente a plagas ayudó a reducir los impactos ambientales negativos y el uso de energía en comparación con las variedades convencionales. El estudio fue publicado en la revista científica Arabian Journal of Geosciences.
Investigadores del Instituto de Investigación de Biotecnología Agrícola de Irán (ABRII) investigaron cómo un arroz GM difería de su contraparte no-GM en términos de emisiones ambientales que emanan de la aplicación de insumos químicos. Utilizando cuatro líneas de arroz modificado genéticamente (o transgénico) y sus progenitores no-GM como cultivares convencionales, el análisis del ciclo de vida se realizó utilizando el promedio de análisis separados de cultivares bajos y mediano rendimiento en tres regiones aisladas del norte de Irán. No hubo diferencias entre las categorías de impacto y los índices en las tres regiones.
Los análisis de cultivares modificados genéticamente exhibieron una menor utilización de energía, emisiones de gases de efecto invernadero y potencial de calentamiento global (PCG) como resultado de la disminución de la aplicación de pesticidas. La mayor cantidad de PCG, demanda acumulada de energía no renovable, acidificación terrestre, eutrofización de agua dulce, eutrofización marina y agotamiento del agua se observó en los cultivares no-GM.
También se observó que los metales pesados emitidos en el aire (Pb, Cd, Zn y Hg), agua (Cr, Zn, Cu, Cd, Hg, Pb y Ni), así como contaminantes del suelo (nitrato, metales y pesticidas) en los cultivares modificados genéticamente fue menor que los de sus padres no-GM.
Por otra parte, al comparar el arroz transgénico con sus contrapartes no-GM, los científicos pudieron determinar que los niveles de emisiones ambientales están directamente relacionados con las prácticas de gestión de campo, particularmente la aplicación de insumos y los métodos utilizados.