Se retrasa aprobación de trigo transgénico en Argentina, a pesar de apoyo del Presidente


Si bien el nuevo trigo transgénico tolerante a sequía desarrollado por una empresa argentina cuenta con el apoyo del Presidente Macri, el Ministro de Producción y el Secretario de Ciencia para su aprobación final, el Secretario de Agroindustria y el Titular del INTA se oponen a su liberación comercial.

¿El motivo? La incertidumbre de los productores ante un trigo que aún no cuenta con aprobación de importación en ningún otro país del mundo, y por ende, la posibilidad de perder mercados estratégicos. En la reciente reunión llevada a cabo en la Casa Rosada para discutir este problema, Macri finalmente dio 60 días de plazo para buscar consensos en la cadena comercial.




Mauricio Macri recibió este lunes en la Casa Rosada a los máximos referentes de la cadena triguera para analizar cuestiones técnicas vinculadas a la aprobación del trigo transgénico tolerante a sequía (HB4).

En el encuentro, que se mantuvo con total hermetismo, no hubo acuerdo entre los funcionarios, los empresarios y los representantes de las distintas asociaciones, cámaras y federaciones, según pudo saber LPO con diversas fuentes.

Por este motivo, si bien Macri y el secretario de Ciencia, Lino Barañao, se muestran a favor del evento tecnológico desarrollado por la firma Bioceres, se propuso pasar a un cuarto intermedio de 60 días para avanzar en consensos que permitan aprobarlo.

Es que el trigo transgénico presentado en diciembre pasado por Bioceres generó una gran polémica en el sector agropecuario e incluso una interna política entre los secretarios Luis Miguel Etchevehere (que está en contra) y Barañao.

Si bien nadie discute los avances en materia tecnológica que permiten aumentar la producción y la competitividad, las dudas en la cadena triguera están puestas en la reacción que puedan tener los compradores del cereal argentino.

Cabe mencionar que en la actualidad en Brasil rige “tolerancia cero” al trigo transgénico y el hecho de habilitar la comercialización de este producto podría hacer peligrar el principal destino de las exportaciones de nuestro país.

En la reunión de este lunes, Macri estuvo acompañado por Etchevehere, su mano derecha Santiago del Solar, el secretario de Agricultura Guillermo “Willy” Bernaudo, y el asesor presidencial Francisco “Pancho” Cabrera.

Por el lado de los privados, estuvieron el titular de FAIM Diego Cifarelli, el presidente de CIARA Gustavo Idígoras, el empresario Gustavo Grobocopatel, el gerente de Bioceres Federico Trucco, y el uno de los Acopiadores Fernando Rivara.

Las entidades rurales expresaron su rechazo al trigo transgénico. El vicepresidente de la Sociedad Rural (SRA) Carlos Vila Moret dijo que “avalamos los avances tecnológicos, pero ponemos reparos desde el punto de vista comercial”.

“El trigo transgénico es un avance importante porque permitiría aumentar la producción en zonas marginales. Pero no hay que perder de vista la reacción que pueden tener los mercados a donde se destina esa producción”, agregó Vila Moret.

En la misma línea se manifestó el presidente de Confederaciones Rurales (CRA) Dardo Chiesa: “No puede aprobarse algo que no se lo vendés a nadie”, apuntó el dirigente en referencia al rechazo de Brasil al trigo transgénico.

Antecedentes del desacuerdo entre secretarias

Todo empezó a fines del año pasado cuando Federico Trucco, CEO de Bioceres, la empresa que tiene la patente y es líder en biotecnología, se acercó a Marcos Peña. Trucco, de 41 años, es un científico de dilatada trayectoria internacional que dirige la compañía con sede en Rosario, cotiza en Wall Street y pertenece a unos 300 productores agropecuarios de punta. El Jefe de Gabinete le organizó enseguida un encuentro a solas con Mauricio Macri.

¿Federico, qué pasa con el trigo de Bioceres que nadie lo quiere?, lo recibió el Presidente el último 28 de enero. En ese encuentro de 45 minutos, le contó que el gen HB4 resistente a la sequía surgió de las investigaciones de Raquel Chan, de la Universidad Nacional del Litoral y el Conicet, y se cristalizó con el desarrollo de Bioceres. Ese gen proviene del girasol y se destaca porque cambia el funcionamiento de la planta, haciéndola más tolerante cuando escasean las lluvias. Las pruebas que se realizan desde 2009 muestran un rendimiento superior promedio de 20% en situaciones de estrés hídrico. Argentina, que viene de padecer la peor sequía de los últimos 50 años, pierde en estas situaciones hasta el 40% de la cosecha.

“La tecnología está lista y a la espera de una última aprobación de los organismos regulatorios locales. Es una oportunidad para la exportación de conocimiento”, dijo Trucco al Presidente. Macri citó entonces a Etchevehere, a Balbín y a representantes de la industria molinera, exportadores y acopiadores, para el segundo encuentro y para poder “escuchar todas las campanas”. Trucco fue acompañado por uno de los fundadores de Bioceres, Gustavo Grobocopatel.

La posición de Etchevehere, junto al titular del INTA, se basa en el “rechazo del mundo a los productos transgénicos. Podemos perder mercados, es un riesgo enorme si salimos con el trigo transgénico”, argumentó.

Trucco retrucó que una gran parte del mundo busca esos trigos que permiten producir con menos costos y riesgos para alimentar a sus poblaciones. Grobocopatel recordó que muchos de los que estaban en la reunión se habían opuesto en su momento a avances logrados en el país como la siembra directa y el silo bolsa, que ya nadie discute. Y ambos reprocharon la agilidad para aprobar semillas transgénicas en soja, algodón y maíz a firmas internacionales. “Después vendrán ellas con el hallazgo y ustedes se lo van a aprobar. Hay discriminación hacia las firmas argentinas”, se enojaron.

La visión de Bioceres

“Nos dio 60 días para terminar de elaborar una propuesta”, expresó el CEO de Bioceres, Federico Trucco, en una entrevista con el programa “Años de Campo”, conducido por el expresidente de CRA y exdirector del Inta, Arturo José Navarro.

“Que esto tenga visibilidad en la esfera más alta del Poder Ejecutivo nacional para nosotros es una gran satisfacción”, valoró Trucco.

Sobre la posición del Presidente, agregó: “La impresión que tengo es que quiere instalar en el mundo a la Argentina como un país con capacidad para generar ciencia de calidad, globalmente relevante. Cuando discutimos sobre cambio climático, las tecnologías de resiliencia ambiental o para minimizar las externalidades ambientales en cultivos, son temas centrales; y el presidente comparte con nosotros que Argentina tiene un rol importante a jugar en esa agenda”.

En relación a las diferencias que hay dentro de la cadena y del gobierno sobre este tema, para Trucco, un aspecto importante es que “ya se dejó de hablar de trigo transgénico sí o no, como algo imposible, para comenzar a hablar sobre el cómo, de qué manera hacer consensos para armar un mapa de ruta inteligente y estratégico”.

También recordó que lo que está en discusión es sólo el aspecto comercial, porque las evaluaciones de las autoridades sanitarias han determinado que este producto es apto para el consumo humano y animal, así como también no genera riesgos a nivel ambiental.

“No es fácil ser primeros y animarse a hacer lo que otros aún no han hecho, pero es una manera de empoderar nuestro sistema científico. Este desarrollo algo que nos debería dar orgullo a todos”, concluyó Trucco.