Después de evaluar el diseño de biorrefinerías a partir de cáscaras de tomate y de yuca, y de bagazo de caña de azúcar, se estableció que este último residuo es el más apto para obtener productos a partir de alcohol etílico.
Con el propósito de optimizar la eficiencia en el consumo de los recursos naturales, Daissy Lorena Restrepo, estudiante de la Maestría en Ingeniería Química de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, tuvo como objetivo en su tesis crear estos diseños para obtener una energía limpia a partir de residuos naturales como cáscaras de tomate y de yuca, y de bagazo de caña de azúcar.
La investigadora sometió estas biomasas a un proceso de transformación para definir la ruta más acertada de convertirlas en combustibles, energía y productos químicos.
Una de las metodologías utilizada fue la tecnología de extracción de compuestos polifenólicos (grupo de sustancias químicas que se encuentran en las plantas), con la que se demostró una extracción efectiva con los residuos mencionados.
También experimentó cómo obtener etanol a partir de diferentes biomasas (productos obtenidos por fotosíntesis, susceptibles de ser transformados en combustible) para diseñar etapas de procesamiento que permitan aprovechar mejor los residuos mencionados.
Con diferentes casos de estudio, en la investigación “Diseño de biorrefinerías a partir de lignocelulósicos usando conceptos termodinámicos”, los productos elegidos se sometieron a procesos de transformación energética.
Después de experimentar con otros productos orgánicos, la investigadora encontró que la transformación del bagazo de caña de azúcar en productos energéticos era la que proporcionaba un mayor aprovechamiento de una forma menos invasiva a la que se practica actualmente en las destilerías de petróleo y con la ventaja de que este material orgánico es abundante en el planeta.
Diferentes escenarios
En primer lugar se analizó la influencia de la tecnología de extracción de compuestos y sustancias químicas a partir de cáscara de tomate de árbol, para lo cual la investigadora consideró la obtención con solvente y fluidos supercríticos, que se refiere a exponer estos residuos orgánicos a una temperatura y presión por encima de su punto crítico.
En segundo lugar se analizó la obtención de etanol a partir de la yuca y del bagazo de la caña de azúcar, y por último se evaluaron diferentes escenarios de biorrefinerías.
Al entender la fuerza y potencia del calor en el proceso de biorrefinería es posible entender el rendimiento de estos productos para su transformación, buscando el mayor provecho de las biomasas y con ello determinar el método y el residuo adecuado para obtener productos energéticos.
Como explica la investigadora, gracias al conocimiento de propiedades de la energía es posible determinar un método que permita usar el bagazo de la caña de azúcar al máximo posible y reduciendo los costos del proceso.
La herramienta diseñada por la estudiante Restrepo compara procesos e identifica las ineficiencias de las etapas de las biorrefinerías, con lo cual se determina una ruta de obtención de productos energéticos a partir de residuos orgánicos como la caña de azúcar.
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