Un acuerdo internacional de dos décadas de antigüedad para garantizar el escrutinio público de las decisiones sobre la liberación de organismos genéticamente modificados (OGM) entrará en vigor en abril después de lograr suficientes ratificaciones, dijo la ONU el martes.
En medio de temores sobre los riesgos potenciales que los OGM plantean a la salud humana y al medio ambiente, un grupo de países acordó en 2005 especificar el derecho a participar en las decisiones relativas a la liberación y comercialización de los organismos.
El 20 de enero, Ucrania se convirtió en el último país en ratificar la enmienda relacionada con los OGM a la Convención de Aarhus, un texto jurídicamente vinculante que establece la justicia en materia ambiental, elevando el número de ratificaciones a 33, según las Naciones Unidas. Esa cifra permite que el acuerdo entre en vigor.
La enmienda, que exige » la participación pública en las decisiones sobre la liberación intencional en el medio ambiente y la comercialización de organismos genéticamente modificados», entrará en vigor el 20 de abril, dijo la Comisión Económica para Europa de la ONU (CEPE) en un comunicado.
Esto significa que la Unión Europea, Gran Bretaña y los demás partidos que han ratificado la enmienda, así como todos los estados miembros de la ONU que puedan adherirse a la enmienda en el futuro, «deben establecer en su marco regulatorio medios efectivos para asegurar la transparencia y la participación pública en las decisiones relacionadas», afirmó.
Los principales usuarios de OGM, Estados Unidos y Brasil, no han ratificado el acuerdo, como tampoco lo han hecho otras economías clave como China y Rusia.
Desde que se adoptó por primera vez la enmienda, el cultivo de semillas genéticamente modificadas ha aumentado en todo el mundo, en medio de una diversificación de los tipos de OGM cultivados además de los tres iniciales: maíz, soja y algodón, señaló la agencia.
Se estima que desde 1996, el área de plantación de cultivos transgénicos se ha multiplicado por 121 y ahora representa alrededor del 13 por ciento del área agrícola total, indicó.
La CEPE advirtió que el aumento del uso de cultivos transgénicos en las últimas décadas había coincidido con el aumento del uso de pesticidas, herbicidas y otros productos químicos en la agricultura y la creciente resistencia de las malezas.
«Por lo tanto, es esencial garantizar que el público tenga acceso completo a toda la información relevante y esté al tanto y pueda participar efectivamente en la toma de decisiones sobre asuntos relacionados con los OGM», afirmó.
«La Convención de Aarhus, fortalecida con su enmienda sobre los OGM, ofrece a todos los estados miembros de la ONU y a las partes interesadas un marco sólido para involucrar al público en esa toma de decisiones».