Esta iniciativa liderada por la Universidad de Chile se enmarca en el proyecto “Anillo de Investigación en Ciencia y Tecnología”, del programa de investigación asociativa (PIA) de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo ANID. Logró desarrollar cultivos editados genéticamente que no son transgénicos.
Luego de 14 años de sequía, las precipitaciones de invierno han sido un gran alivio para el país y específicamente para la producción agrícola. Sin embargo, diferentes especialistas aseguran que el problema de la crisis hídrica está lejos de resolverse y es fundamental impulsar iniciativas que ayuden a mitigar los efectos del cambio climático. La biotecnología se presenta como un aliado para desarrollar cultivos resistentes a la sequía y la salinidad, entre varios otros desafíos climáticos.
Ante este escenario, en 2020 un grupo de científicos de la Universidad de Chile, inició un proyecto llamado “PlantaConCiencia”(www.plantaconciencia.cl), para encontrar soluciones viables y efectivas a los efectos del cambio climático a través del desarrollo de variedades de tomate y kiwi resistentes a las condiciones extremas.
La investigadora del Centro de Biología Molecular Vegetal de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile y directora del proyecto, Claudia Stange destaca “estas herramientas biotecnológicas de edición genética nos permiten desarrollar nuevas variedades vegetales en la mitad del tiempo en comparación a las técnicas no biotecnológicas que se utilizan habitualmente. Con el apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y en sintonía con el Ministerio de Agricultura, esperamos lograr cultivos que puedan resistir las condiciones adversas del cambio climático, beneficiando tanto a grandes empresas como a pequeños productores”.
Miguel Ángel Sánchez PhD, Director Ejecutivo ChileBio destacó la importancia de “fortalecer estrategias público-privadas que permitan potenciar la adaptación de las plantas y cultivos a los efectos del cambio climático. Hay que entender que incluso contando con agua, muchas de las variedades vegetales que hoy producimos sencillamente no germinarán con el incremento esperado de las temperaturas, la salinidad de los suelos, etc”.
Planta-Con-Ciencia
La primera etapa del proyecto terminó exitosamente en agosto de 2023 tras lograr importantes avances en la investigación de genes específicos de la variedad de tomate “Poncho Negro” endémico del Valle de Lluta (Región de Arica y Parinacota), así como con una variedad comercial de kiwi llamada “Hayward”.
“Trabajar con plantas es complejo y demanda mucho tiempo, especialmente con el caso del kiwi, que requiere hasta seis meses post-transformación para que aparezcan los primeros brotes. Por su parte, el tomate “poncho negro” también presentó desafíos, requiriendo estandarización del cultivo in vitro y el proceso de transformación. ” destacó, Claudia Stange.
Al desactivar ciertos genes específicos mediante edición genética, el equipo de investigadores de la Universidad de Chile, busca fortalecer la resistencia de las plantas ante condiciones adversas. “Nuestro objetivo es combinar tres características: la función, es decir que sea tolerante a salinidad o sequía, que no sea transgénica y que esté editado el gen seleccionado” comenta Claudia Stange. Este logro permite el desarrollo de plantas editadas sin elementos transgénicos, abriendo así la perspectiva de contar con cultivos chilenos más resistentes al cambio climático.
No obstante, el camino hacia la comercialización es extenso. A pesar de haber editado y obtenido con éxito las plantas en condiciones de laboratorio, aún se requiere el proceso de aclimatación y pruebas de campo, lo que se prospecta desarrollar en los próximos 2 años. Hay optimismo sobre el potencial de estos cultivos editados para ayudar a los agricultores de nuestro país, en la adaptación a las cambiantes condiciones climáticas que hoy afectan al mundo entero.
- Fuente: https://mundoagro.cl/