Fotónica para detectar microplásticos de forma rápida y económica


Investigadores del IRTA lanzan una campaña de micromecenazgo «Microplásticos: ¡ayúdanos a identificarlos!» para financiar el proyecto científico MP WATCHING, con el que se desarrollará una herramienta para detectarlos e identificarlos

Ahora mismo no existe una metodología estandarizada y económica que permita hacerlo, y es uno de los motivos que dificultan su regulación como contaminantes en Europa

En un primer estadio, la herramienta se aplicará para evaluar la presencia y la tipología de estos contaminantes en agua y sedimentos de zonas húmedas del delta del Ebro



Lunes, 10 de octubre de 2022.

Los microplásticos, fragmentos de plástico de tamaño inferior a 5mm, se encuentran por todas partes: en mares y océanos, en el aire, en los suelos, en los sistemas de agua dulce. Amenazan la biodiversidad y pueden suponer un riesgo para la salud si se incorporan a la cadena alimentaria. Actualmente, en Europa, no hay una normativa específica que los regule como contaminantes, y algunas de las principales razones son la falta de una metodología estandarizada y el elevado coste y los requerimientos técnicos necesarios para realizar las analíticas que hacen falta para detectarlos. Es en este contexto que Begona Marcos, investigadora del programa de Tecnología y calidad alimentarias del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), ha concebido el proyecto MP WATCHING, que tiene el objetivo de desarrollar una metodología basada en la fotónica para detectar e identificar los microplásticos de forma económica y rápida, y que estará al alcance de la administración, las empresas y laboratorios. La metodología se testará en agua y sedimentos del delta del Ebro, y permitirá medir la magnitud del problema para, así, buscar estrategias para mitigarlo en origen.

Para llevar a cabo el proyecto, hoy se ha lanzado la campaña de micromecenazgo titulada: «Microplásticos: ¡ayúdanos a identificarlos!».

El proyecto se desarrollará en dieciocho meses, e incluirá tres fases. Primero, se evaluará el potencial de la fotónica para detectar e identificar los microplásticos en el medio. Segundo, se desarrollará una metodología basada en la fotónica para detectar los microplásticos en muestras de agua y sedimentos. Finalmente, se estudiarán las tipologías de microplásticos detectados en muestras de agua y sedimentos recogidos en diversas zonas húmedas del delta del Ebro, y será esta última fase la que permitirá validar la metodología desarrollada. El resultado que se espera es una metodología que ponga «al alcance de los investigadores herramientas para detectar los microplásticos de manera rápida y con bajo coste», explica Marcos. Esto «aportará información clave para estudiar los efectos de la contaminación por microplásticos sobre la biodiversidad y la salud, unos efectos que ahora mismo no se conocen suficientemente», apunta la investigadora.

Unos microcontaminantes de origen diverso

El origen de estos contaminantes es diverso: hay de primarios ―los que se han añadido intencionadamente en productos de limpieza, cosmética, higiene personal―, que se liberan al medio ambiente después de su uso; y de secundarios, que provienen de la degradación de materiales plásticos ―como, por ejemplo, neumáticos, envases, o ropa sintética― y que han sido abocados al medio ambiente de forma no controlada. Además de esto, un riesgo asociado a la presencia de microplásticos en el medio es que pueden actuar como portadores de contaminantes químicos y microbiológicos.

El proyecto MP WATCHING es fruto de las 12a edición del Generación de Ideas organizado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y el Parc de Recerca UAB para fomentar el emprendimiento entre el personal investigador, que se dedicó a los microplásticos. La idea, entonces centrada en los alimentos, fue concebida por Begonya Marcos juntamente con el investigador del Instituto Catalán de Nanociencias y Nanotecnología (ICN2), Òscar Moriones.