Solventes optimizan extracción de aceites de semillas




Con técnicas de bajo impacto ambiental se extraen aceites de semillas de papaya, tomate de árbol y guanábana para obtener aceites tanto comestibles como funcionales, ricos en omega 3, en colorantes, antioxidantes y otros principios activos.



En la guanábana, las semillas representan un 5,4 % del fruto; en la papaya entre 15 y 20 %, y en el tomate de árbol, el pericarpio y las semillas, el 24 %. Actualmente la disposición de estos residuos significa para las empresas un costo económico que varía según el municipio donde se encuentren ubicadas.

A partir de semillas de guanábana, papaya y tomate de árbol –frutas frecuentemente empleadas en el sector agroindustrial de Nariño– Daniela Jhazmyn Dorado Achicanoy, magíster en Ingeniería Agroindustrial de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, extrajo aceites con dióxido de carbono (CO2) supercrítico.

La extracción con fluidos supercríticos como el CO2, considerado como un solvente “green», permite hacer una extracción selectiva variando condiciones de presión y temperatura, bajo consumo energético, fácil eliminación del fluido utilizado, posibilidad de fraccionar los extractos y empleo mínimo o nulo de solventes orgánicos, respetando el medioambiente.

En Colombia la investigación de aprovechamiento de residuos de frutas está centrada en la obtención de compuestos antioxidantes con destino a la industria de alimentos, a través de diferentes métodos como el prensado, la extracción con solventes orgánicos y la extracción con fluidos supercríticos.

“La extracción con estos fluidos simplifica la etapa de purificación del aceite al eliminarse con solo modificar la presión, por lo tanto, reduce tiempo y costos de esta operación. Al no utilizar solventes orgánicos durante el proceso, los aceites extraídos quedan totalmente libres de residuos, por lo que se podrían incorporar a otro proceso productivo para obtener nuevos productos, entrando de este modo en el modelo de biorrefinerías”, detalla la investigadora.

Proceso más limpio

A cada tipo de semilla se le realizó un proceso de adecuación que consiste en retirar el exceso de pulpa adherido, lavándolas con agua y secándolas. Luego se molieron y tamizaron con el fin de lograr un tamaño uniforme de las partículas del material para la extracción.

“Utilizamos el CO2 a una temperatura y una presión mayores a 31 oC y 74 atmósferas, condiciones en las que la sustancia posee unas propiedades físicas muy útiles para el proceso de extracción”, explica la magíster.

La eficiencia de un antioxidante puede variar según la complejidad y los componentes adicionales que tenga el alimento; en este caso, las semillas de papaya funcionan como una fuente de antioxidantes para proteger aceites y alimentos muy parecidos a estos, detalla.

Esta investigación les ofrece a las empresas un proceso de extracción más limpia y viable con posibilidad de purificación en un único paso, sin desperdicio de productos ni tratamientos posteriores, lo que permite disponer de productos de muy elevado valor agregado a precios comercialmente competitivos.