La marchitez bacteriana causada por Ralstonia solanacearum plantea una grave amenaza para la agricultura en todo el mundo y afecta a numerosos cultivos.
por la Academia China de Ciencias
El arsenal de efectores de tipo III (T3E) del patógeno le permite manipular los mecanismos de defensa del huésped, lo que favorece la infección. Uno de los principales desafíos en el manejo de la marchitez bacteriana es comprender cómo interactúan estos efectores con las vías de señalización de las plantas. Esta complejidad subraya la necesidad de realizar estudios detallados sobre efectores como RipAF1 para diseñar estrategias específicas para el manejo eficaz de la enfermedad.
En un estudio publicado en Horticulture Research el 12 de junio de 2024, científicos de la Universidad de Hainan y la Universidad de Agricultura y Silvicultura de Fujian, entre otras instituciones chinas, exploraron la función de RipAF1, un efector tipo III de Ralstonia solanacearum.
La investigación demuestra cómo RipAF1 modula las respuestas inmunitarias de las plantas mediante la ribosilación con ADP de la proteína fibrilina FBN1, lo que conduce a la supresión de la señalización del ácido asmónico (JA) y a la activación de la señalización del ácido salicílico (SA). Estos hallazgos proporcionan información crucial sobre el papel de RipAF1 en la remodelación de las vías de las hormonas vegetales.
El estudio revela que RipAF1 desempeña un papel fundamental en la manipulación de las defensas de las plantas al atacar a FBN1 mediante la ADP-ribosilación. Los experimentos demostraron que la eliminación de RipAF1 del patógeno aumentó su virulencia en plantas como Nicotiana benthamiana, Solanum lycopersicum y Capsicum annuum.
La actividad de ribosilación de ADP de RipAF1 es esencial para modular la interacción entre las vías de JA y SA, lo que pone de relieve residuos conservados específicos en FBN1 que son cruciales para este efecto. El descubrimiento subraya la capacidad única de RipAF1 para ajustar los mecanismos de defensa de las plantas, lo que sugiere nuevas oportunidades para controlar el marchitamiento bacteriano a través de enfoques dirigidos a los efectores.
«La capacidad de RipAF1 para manipular la señalización de las hormonas vegetales representa un avance clave en la comprensión de la función efectora», afirmó el Dr. Huasong Zou del Huzhou College.
«La ribosilación de las proteínas del huésped por ADP reconfigura las respuestas de defensa, lo que muestra las sofisticadas tácticas empleadas por Ralstonia solanacearum. Este descubrimiento abre la puerta al desarrollo de estrategias basadas en efectores que podrían reducir significativamente el impacto del marchitamiento bacteriano en los cultivos». El Dr. Zou destacó que abordar estos procesos podría revolucionar el manejo de enfermedades en la agricultura.
La identificación del papel de RipAF1 en la modulación de la señalización de defensa de las plantas tiene implicaciones significativas para el control de enfermedades agrícolas. Al enfocarse en la actividad de ribosilación de ADP del efector, se pueden desarrollar nuevos métodos para mejorar la resistencia de las plantas contra Ralstonia solanacearum.
Los conocimientos sobre las interacciones efector-huésped también ofrecen una vía para diseñar cultivos con respuestas inmunitarias mejoradas, lo que podría reducir la dependencia de los tratamientos químicos. Estos hallazgos destacan la importancia de explorar la biología de los efectores para crear enfoques sostenibles y eficaces para controlar el marchitamiento bacteriano y otras enfermedades similares.
Más información: Wei Wu et al, Ralstonia solanacearum type III effector RipAF1 mediates plant resistance signaling by ADP-ribosylation of host FBN1, Horticulture Research (2024). DOI: 10.1093/hr/uhae162