Reino Unido realizará ensayos de campo con cebada biotecnológica que requiere menos fertilizantes


Crop Science Centre, una alianza entre la Universidad de Cambridge y el Instituto Nacional de Botánica Agrícola, llevará a cabo en Reino Unido ensayos de campo con cebada modificada y editada genéticamente. 


Se ha realizado la mejora para reducir la dependencia de los fertilizantes sintéticos y favorecer una mejor salud de los suelos, impulsando un modelo agrario más sostenible y eficiente en producción de alimentos.

La siembra está programada para el mes de abril de 2022. Permitirá evaluar si mejorando la interacción entre los cultivos y los hongos naturales del suelo se puede ayudar a las plantas a absorber agua con nitrógeno y fósforo del suelo, elementos que a menudo se proporcionan a las plantas a través de fertilizantes sintéticos. La evaluación involucrará una cebada modificada genéticamente para aumentar los niveles de expresión del gen NSP2 para mejorar su capacidad de interacción con hongos micorrízicos.

Diferencia entre modificación genética y edición genética

También involucrará variedades de cebada editadas genéticamente que pueden suprimir su interacción con hongos micorrízicos arbusculares para ayudar a los científicos a evaluar el espectro completo de interacciones y cuantificar cómo los microbios apoyan el desarrollo de las plantas. La prueba de campo evaluará la producción de cebada en condiciones altas y bajas de fosfato, así como la protección potencial adicional de los cultivos contra plagas y enfermedades como resultado de la relación entre la planta y los hongos micorrízicos.

Los científicos enfatizaron que la biotecnología puede ser una herramienta valiosa para brindar opciones disponibles a los agricultores de todo el mundo. En este caso, el desarrollo de cebada que potencialmente puede reducir la dependencia de los fertilizantes sintéticos puede ayudar a los agricultores de los países en desarrollo a reducir los costes de insumos y aumentar así sus ingresos, impulsando la producción de alimentos. Además, reducir el uso de fertilizantes sintéticos en países de ingresos medios y altos reduce la contaminación ambiental, ayuda a preservar la biodiversidad y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.

FUENTE: Crop Science Center.