Cómo se fabrican paneles de maíz para hoteles y hogares a partir de residuos de cultivos


Las prácticas de reciclaje, que se encuentran en industrias que van desde la moda hasta la construcción, transforman los desechos en recursos valiosos. La adopción de principios de economía circular también se está produciendo en el sector agrícola, donde el reciclaje de residuos de cultivos en materiales de construcción marca un cambio fundamental hacia prácticas sostenibles, promoviendo un sistema circular que minimiza los residuos y optimiza la eficiencia de los recursos.


En un artículo del arquitecto urbano Eduardo Souza, publicado en el portal Arch Daily, sobre el creciente mercado de materiales de construcción a partir de residuos agrícolas: “Las baldosas para el acabado de locales a partir de los residuos del procesamiento de mazorcas de maíz son una iniciativa innovadora desarrollada por la empresa holandesa StoneCycling. Este material de revestimiento de paredes está elaborado a partir de biomasa vegetal, obtenida principalmente de mazorcas de maíz cultivadas localmente. Estos residuos orgánicos están ampliamente disponibles y normalmente se queman como biocombustible o se convierten en abono. Según explica Ward Massa, de StoneCycling, la idea surgió tras estudiar el mercado de la reforma de complejos hoteleros, en los que los interiores se renuevan cada cinco años. Las tejas de maíz encajarían bien en la tendencia hacia la ecologización y la sostenibilidad, por lo que la empresa invirtió en el desarrollo de la tecnología correspondiente.

Las mazorcas de maíz gastadas y secas se trituran cuidadosamente para convertirlas en biomasa primaria, que es más del 99,5 % de material vegetal y forma la base de este material respetuoso con el medio ambiente. A esta mezcla se le puede añadir un poco de color, lo que equivale a incluir menos del 0,5% de pigmentos biodegradables en la mezcla. 

La forma deseada se logra mediante prensado a alta presión e infusión térmica, lo que requiere temperaturas de hasta 150 grados centígrados. Es significativo que la energía que alimenta esta etapa crítica de la producción proviene exclusivamente de paneles solares en el techo de la instalación de producción. Una vez prensado, el corte de precisión y un revestimiento impermeable de base biológica mejoran la durabilidad y funcionalidad del material. Empaquetado en paneles delgados y livianos de alrededor de 4 mm de espesor y con un peso de alrededor de 5 kg por metro cuadrado, el material optimiza la eficiencia del transporte en comparación con materiales más voluminosos como la cerámica.

De cara al futuro, Ward ve un mercado sólido para los paneles de maíz, desde las paredes hasta los pisos. Ahora la empresa se promocionará activamente en los mercados de la UE y EE. UU. ofreciendo baldosas de diferentes colores”.

Fuente: www.archdaily.com Autor: Eduardo Souza.

Foto: StoneCycling.