Transgénicos buscan un lugar en la agricultura sostenible


“La mejor forma de la agricultura orgánica sería que usara transgénicos, ya que en 25 años de trabajo esta tecnología ha mostrado ser razonablemente segura y la que más rápida implantación ha tenido”.



Su intervención se dio en el marco del evento “El rol de la ciencia en una agricultura sostenible, una charla sobre la tecnología y la innovación en los cultivos,” organizada por la Asociación de Biotecnología Vegetal Agrícola (Agro-Bio), la Embajada de los Estados Unidos en Colombia y la Asociación Colombiana de Semillas y Biotecnología (Acosemillas), con la colaboración de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira y las Universidades de los Llanos, de Pamplona y del Tolima.

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“Todo lo que comemos, bebemos o fumamos viene de un proceso de domesticación, que es la formación de nuevas especies”, señaló el conferencista.

En ese sentido, considera que “es clave entender que la naturaleza nos lleva millones de años de ventaja haciendo cambios de genes, experimentos y selecciones artificiales; lo más conveniente es mejorar la agricultura, la ganadería o la salud, para tener una ventaja que nos haga la vida más fácil, que es lo que hace la ciencia”.

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Añade que “la tecnología trasgénica se puede usar para mejoras nutricionales, para enriquecer plantas con antioxidantes, pero también para que los alimentos tarden más en pudrirse y aguanten más en un supermercado o para que sean más resistentes a plagas; de hecho, una de las vacunas contra COVID-19 se está haciendo con plantas transgénicas”.

Según Agro-Bio, en 25 años de esta tecnología, 250 instituciones en el mundo avalan su inocuidad, lo que se respalda en más de 2.000 estudios científicos y el apoyo de más de 150 ganadores del Premio Nobel. Asegura además que no existe ningún estudio científico que compruebe algún caso de impacto negativo.

Claveles azules

En Colombia, los cultivos genéticamente modificados aprobados son el clavel azul para exportación, el algodón, el maíz y la soya (este último aún no se comercializa en el país).

Una evaluación de los primeros 15 años de la tecnología transgénica en Colombia, realizado por Agro-Bio, indica que entre 2003 y 2018 se sembraron 1,07 millones de hectáreas de maíz y algodón genéticamente modificados en 24 departamentos del país.

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En este periodo dichos cultivos han generado ganancias por 301,7 millones de dólares, 188 del trigo y 113 del algodón, y al medir su rendimiento en comparación con versiones convencionales, el algodón muestra una mejoría del 30 % y el maíz del 17 %.

Según varios de los participantes, estas charlas buscan que tecnologías como los transgénicos y la edición de genomas se difundan más claramente, para que se entiendan sus alcances y se cambie la mala percepción hacia estas.

El evento contó con la participación de María Andrea Uscátegui, directora ejecutiva de Agro-Bio; el doctor en Biología Paul Chavarriaga, líder de la Plataforma de Transformación Genética de la Alianza Bioversity International – CIAT, y el biólogo Juan Pablo Arciniegas, asistente de investigación Alianza Bioversity International – CIAT.

En la UNAL Sede Palmira

Para el profesor Carlos Iván Cardozo Conde, doctor en Ciencias Agrarias, “en las diferentes agriculturas que se practican en Colombia se requiere introducir conceptos de sostenibilidad ambiental dentro de un marco de sostenibilidad económica y de competitividad. Por eso se deben incrementar los rendimientos de los cultivos para frenar la ampliación de la frontera agrícola a expensas de la destrucción de las selvas, que son los grandes sumideros de CO2, el principal gas de efecto invernadero que contribuye significativamente al calentamiento global y a la variabilidad climática”.

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Comentó además que “los programas de fitomejoramiento deben incorporar tolerancias a factores como sequía, inundaciones, alta temperatura en la generación de las nuevas variedades”.

“En esta Sede también se vienen incorporando conceptos de agroecología, agricultura climáticamente inteligente y de precisión en los diversos modelos a diferentes escalas desde agricultura familiar hasta la agroindustrial”, finalizó.(Por: Fin/JAMP/MLA/LOF)