La cera de sorgo se está convirtiendo en una nueva fuente de materia prima para la industria alimentaria y cosmética


Entre los cultivos para biocombustibles, como el miscanus o el sauce, se encuentra el llamado sorgo bioenergético, una variedad cuyo tamaño ha sido aumentado por los obtentores hasta los 5,5 metros de altura para obtener mejores beneficios económicos. Pero los productores podrían ganar aún más dinero con el sorgo bioenergético gracias a una nueva investigación. Los científicos han identificado la cera de sorgo bioenergética como un producto comercial natural y valioso que tiene demanda en el mercado.


En un comunicado de la Universidad Texas A&M, que informa sobre una nueva aplicación comercial del sorgo: “Las ceras vegetales se utilizan en una amplia gama de productos comerciales como cosméticos, tintas y velas, como recubrimientos de alimentos. La producción de sorgo bioenergético con un alto contenido de cera (alrededor de 40 a 81 kg por acre (0,4 ha)) generará ganancias adicionales para los productores.

El sorgo, una planta tolerante a la sequía y al calor, se cultiva comúnmente para producir cereales, piensos y biomasa para biocombustibles. El sorgo bioenergético se distingue por su altura, lo que proporciona beneficios comerciales debido a un mayor rendimiento de biomasa.

La resiliencia del sorgo le permite ser productivo incluso cuando se cultiva en tierras marginales o con poca agua. Esta resistencia se debe en parte a la alta producción de cera, que ayuda a limitar la pérdida de agua y evita que las plantas absorban demasiado calor al reflejar la radiación solar.

Científicos de Texas A&M AgriLife Research y la Facultad de Agricultura y Ciencias de la Vida de Texas A&M están trabajando en tecnología de cera vegetal bajo la dirección de John Mallet, Ph.D., profesor emérito de la universidad. Su investigación fue publicada en la revista Frontiers in Plant Science.

“El sorgo lleva 50 millones de años sobreviviendo en África, en un ambiente muy cálido y seco. Para sobrevivir a la sequía y a las altas cargas de radiación, el sorgo se ha adaptado segregando mucha cera en la superficie de sus hojas y tallos. Además, la cera aumenta la resistencia a las plagas. Si mutas las plantas para eliminar la cera, se volverán mucho más susceptibles a los insectos. En el sorgo común, los insectos que trepan por el tallo encuentran una capa muy gruesa de cera. Por eso creemos que la cera ayuda a proteger el tallo del daño de los insectos”, dice Mallett.

En su reciente estudio, los científicos buscaron obtener información clave sobre la cera de sorgo, como su cantidad en diferentes superficies de las plantas y su composición química.

“La cera está formada por hidrocarburos de cadena larga. Descubrimos que la cera bioenergética de sorgo está enriquecida con aldehídos, un tipo de compuesto orgánico que puede ayudar a proteger las plantas de las plagas”, explica Mallet.

Luego, el equipo estudió los procesos bioquímicos implicados en la producción de cera a partir de sorgo bioenergético. Descubrieron genes para la biosíntesis de la cera y, una vez identificados, los científicos confirmaron que los genes se expresaban en la capa externa del tallo, donde se sintetiza y deposita la cera. Luego, el equipo analizó cómo se activa la biosíntesis de la cera durante el desarrollo del tallo, lo que les permitió ver qué genes estaban involucrados en la regulación.

“Al final pudimos ver cómo encajaba todo el viaje. En el futuro, los productores de sorgo bioenergético podrán ver beneficios financieros de la cera de la planta además de los ingresos que genera el cultivo como materia prima para biocombustibles y producción de bioenergía. Siempre estamos buscando formas de extraer un producto de valor agregado de una planta antes de convertirla en biocombustible. Cuando la biomasa recolectada ingresa a la biorrefinería, se puede eliminar la cera en las primeras etapas del proceso para su posterior purificación y venta como un subproducto valioso”, dijo Mallett.

Concluyó señalando que el equipo de investigación está trabajando actualmente en una tecnología rentable para producir cera de sorgo, tras lo cual se explorarán opciones de comercialización”. 

Fuente y foto: Universidad Texas A&M.